Lo siento. Lo he recibido por e-mail hace un minuto y no me he podido resistir, como ya me ocurrió en su día con el Pulpo a lo Pobre.
En esta ocasión, os muestro un menú entero y repleto de delicias: Nécoras, con Vieiras y Langosta (desde dos ángulos, para que la veáis bien).
Todo ello, una muestra más de que el ser humano puede cometer actos abominables. Y ni inmutarse por ello.



